Dentro del auge del Stand-up Comedy que se ha presenciado en Colombia, la cantidad de comediantes ha venido en aumento y cada vez más nos encontramos con nuevos (y viejos) talentos ansiosos por brillar y darse a conocer. Dentro de este divertido oficio de hacer reír y hacer pensar, que por fortuna se profesionaliza cada vez más, todos quieren ser el “rockstar” de la escena nacional. Dentro de las estrategias utilizadas para salir del anonimato, hay una, utilizada por muchos, que consiste en enfrentarse al público o a un comediante de mayor trayectoria para lograr el odio masivo y así darse a conocer. Con la premisa de “sólo digo la verdad y me paro en la raya, por eso me odian”, inspirada en los personajes de películas que le “rompen la cara al más duro” apenas entran a la cárcel, se permiten hacer toda clase de chiste, por más “ácido” o ilógico que sea. Sin embargo, en comedia, el supuesto de que “la mala publicidad no existe” no es verdad.
Aunque la velocidad con la que se gana posiciones en el mercado con esta fórmula puede parecer atractiva, el caso de varios personajes nacionales nos demuestra que es, en últimas, contraproducente. Este método maquiavélico de saltar a la fama se convierte en un problema en el momento de bajarse del escenario y volver a la realidad, ya que el personaje cómico desaparece y nadie toma en serio a quien queda detrás. Me gustaría dar varios ejemplos, pero no juzgaré a nadie (tal vez otro día lo haga) .Ahora, insisto en que no sólo crea inconvenientes en la vida social o laboral, también puede causar estragos emocionales. Así que, si no está preparado para recibir amenazas y no le gusta llorar frente al computador con ganas de lanzarlo por la ventana después de leer los comentarios en redes sociales, no lo haga.
Como comediante y businessman (ver mi emocionante perfil), la responsabilidad social que tengo con mis compañeros de escena es proponer procesos estratégicos que sirvan de alternativa a la autodestrucción segura que le espera con el sistema de decir incoherencias, crear polémicas vacías, traicionar sus principios y perder su dignidad. Lograr brillar en un medio donde cada uno es más ingenioso que el otro es una labor que implica constancia, creatividad y, sobre todo, mentalidad estratégica. Más que talento y buen material el comediante necesita un plan que los potencialice para alcanzar su objetivo. Entonces me puse mi corbata de hombre de negocios y desempolvé textos de estrategia para presentarle, querido compañero de comedia, cuatro tácticas empresariales provenientes de la matriz desarrollada por Igor Ansoff que le ayudarán a trazar nuevas metas a través del entendimiento del producto (usted) y el mercado (los consumidores de comedia).
- PENETRACIÓN DE MERCADOS: Esta estrategia, cuya pronunciación hace reír a nuestro adolescente interno, busca un mayor consumo del producto en el mercado actual y, en la labor humorística, se traduciría en acciones que le permitiera a su público consumir más de su comedia. Proviene del cruce entre producto y mercado actuales. Esto implica ser creativo, conocer más a sus seguidores y su consumo y, claro, ¡mejorar su material! Aquí algunas ideas por las que se puede empezar: incrementar el número de presentaciones, desarrollar su nombre como marca, hacer tarjetas personales (sí, aún hay abuelos que las usamos) y página web, publicar material, ampliar sus rutinas, fidelizar la audiencia con temas de su interés, o hacer descuentos a sus seguidores más fieles, entre otras.
- DESARROLLO DE MERCADOS: Esta estrategia está planteada para introducir productos o servicios en zonas geográficas diferentes. Proviene del cruce entre el producto actual y nuevos mercados.
Es simple, muchos ya la están aplicando intuitivamente: se trata de llevar su comedia a otros países u otras regiones del país.
- DESARROLLO DE PRODUCTOS: Como su nombre lo indica, la estrategia está planteada para desarrollar nuevos productos e introducirlos en los mercados actuales y proviene del cruce entre los nuevos productos y los mercados actuales.
No conozco su caso puntualmente, pero si lleva en esto más de un año probablemente está en un punto en el que ya todos sus amigos —a los que ha invitado infinidad de veces— conocen sus rutinas y ya no se sorprenden. Me atrevería a decir que son más las invitaciones que las asistencias. Por tanto, la estrategia sugiere que le entregue a su público una nueva forma de hacer comedia, es decir un producto nuevo. ¿Qué puede hacer para ofrecer comedia en un formato distinto?
- DIVERSIFICACIÓN: Esta estrategia está pensada para introducir nuevos productos en nuevos mercados. Se considera como una estrategia de alto riesgo puesto que estamos introduciendo un producto medianamente desconocido en un mercado que no entendemos del todo. Se aconseja hacer una investigación previa muy rigurosa debido a que si el proceso o experimento falla el producto no se adaptará y puede repercutir fuertemente en su imagen, lo que afectaría su marca personal, e incluso, conllevaría a la perdida de toda inversión realizada.
RECOMENDACIÓN:
Antes de aplicar alguna de las estrategias mencionadas, revise como comediante o producto qué le está entregando al público y si se encuentra en el momento adecuado para aplicar estas estrategias de “expansión”. Si hasta ahora está incursionando en la comedia o no se siente preparado, la mejor estrategia siempre será mejorar el material, ya sea asistiendo a más Open Mics, realizando talleres o leyendo teoría.
ESCRITO POR JUAN CARLOS MARTÍNEZ