¿Hace cuánto hace Stand-Up Comedy?
R: Inicié haciendo comedia en el año 1997. En esa época aún el país no conocía el término stand-up comedy; yo estaba dentro del movimiento de la cuentería y lo que hacíamos en el escenario, los que pasamos a hacer comedia, era una progenesis de ese movimiento stand-up.
¿Cómo incursionó en el mundo de la comedia, o qué lo llevo a hacer comedia?
R: Inicié en el colegio. Fue la forma en la que enfrenté mi indisciplina. Era una manera de hacer resistencia escolar. Muchos trabajos escritos o presentaciones que debía hacer tenían como respuesta el humor; eso hacía al colegio menos tedioso (por supuesto no tenía la menor intención de que eso fuera algo profesional, solo era una manera de evadir responsabilidades).
¿Sólo hace comedia? O ¿A se dedica a algo más?
R: Me gradué de ciencias sociales y maestría en escrituras creativas e hice estudios de cine; hoy todo mi trabajo profesional tiene un eje en estos tres frentes desde la comedia: dirijo teatro, actúo en cine, tv y teatro, hago improvisación, escribo libros de ficción y de historia.
¿Qué pensaron sus papás o su familia en general cuando empezó a hacer comedia?
R: Mi papá era pintor y publicista, siempre lo consideró algo natural, y mi mamá fue la primera persona que me dijo que esto de la comedia era más que un hobby, nunca dudaron de que esto fuera una profesón, siempre he tenido el apoyo de toda mi familia.
¿Qué es lo más difícil de ser comediante y cómo lo supera?
R: Lo más difícil es ser constante y disciplinado, y eso se supera con el oráculo: hora culo sentado escribiendo. La comedia como profesión va más allá de los bares, los micrófonos, los escenarios e incluso los chistes; en mi caso siempre estoy escribiendo o elaborando productos de comedia, a veces como ejercicio, o para mantener el ritmo; la comedia es como un arte marcial o un deporte de alta competencia: siempre debes estar entrenando y mantenerte activo.
¿Alguna vez pensó en retirarse de la comedia?
R: Muchas veces, por una mala función, porque te cansaste del gremio, porque no encuentras tu voz, esa es una duda que siempre te acompaña, el reto está en no escucharla y superarla.
Si pudiera devolver el tiempo al inicio de su carrera como comediante ¿Qué haría diferente o que consejo se daría para optimizar el proceso?
R: No cambiaría nada. A mi generación le tocó abrir camino a machetazos, abrir bares, educar público, guerrear por monedas, y eso nos dió un músculo interesante, nos sacó cayo, nos enseñó a vivir con la adversidad y a ser más obreros que estrellas.
¿Cuál cree que es su mejor rutina, y qué la hace tan especial para el público?
R: No creo que tenga una mejor rútina, creo más bien que el público se apropia de ciertas rútinas. Por mi formación en la cuenteria me formé con la idea de shows más que de rutinas. Como cuentero alcancé a tener 5 montajes de una hora y, en stand-up tengo 5 shows: Sí me entiende (2010), Teorías de la conspiración (2012), Sin anestesia (2015), Mucho Voltaje (2018) y Mundo Zoombi (2020). Cada trabajo está compuesto por rutinas de 5 minutos en promedio. Entonces tengo material y buenas rutinas que se perdieron en el tiempo y otras que simplemente tomaron más fuerza.
¿Se ha aburrido alguna vez de repetir una misma rutina? O ¿Cómo hace para decirla sin perder la gracia?
R: Cada trabajo que he hecho ha sido una respuesta a ese aburrimiento. Cuando nace una rutina es como si uno estrenará una gran capa de emperador, uno quiere mostrarla a todo el mundo, pero con el tiempo se va desgastando, y lo mejor es dejarla reposar. Por otra parte, uno nunca debe de perder la idea inicial de la premisa que llevó a esa rútina, qué querías decir cuando la escribiste, qué querías demostrar, eso ayuda a que la rutina se diga de nuevo con la fuerza de la primera vez y te quita el automático a la hora de decirla, pero lo mejor en definitiva es tener mucho material, como los magos, entre más trucos, menos desgaste.
¿Cuál es el mejor método para desarrollar nuevo material?
R: En mi caso escribir, escribir todo el tiempo, consignar lo pensado, darle forma, eso le permite a uno también conocerse como comediante. Para mí un comediante es como un escritor o un filosofo, lo que vale es lo que uno dice y lo que uno piensa y, bajo esa consigna uno todo el tiempo debe estar en constante proceso creativo. No creo en la musa de inspiración, creo en el trabajo del obrero.
¿Cuál cree que es el mayor error que comete una persona que se inicia como comediante?
R: Creo que la imitación. El tratar de imitar a otros, como digo, así como un escritor, la comedia es personal e intrasferible, el pensamiento de uno no puede ser transmitido por otros. El comediante debe entrar en su psiquis, en sus miedos, en su micromundo, y generalmente al inicio uno ve hacía el exterior y no hacía el interior, la comedia es más tragedia que alegria. Cuando uno es comediante primiparo uno cree que el humor es lo chistoso per se, con el tiempo uno descubre que la comedia tiene que ver más con el dolor que con la alegría.
¿Cuál ha sido su mejor experiencia como comediante?
R: Creo que ha sido todo el viaje: el escenario, el aplauso, la frustración, las caidas… la comedia es una gran eseñanza de vida, le enseña a uno que el fracaso no es lo peor y que el triunfo no es lo mejor. La comedia te enseña que no eres el mejor comediante porque se rían y te aplaudan más y tampoco eres el peor porque la gente te chifle.
¿Cuál ha sido su peor experiencia como comediante?
R: Mi soberbia en el escenario. La soberbia del comediante se paga caro y se paga en el escenario. Te enseña a bajarte de la nube, a ser más humilde, más hormiga trabajadora que abeja reina.
¿Tiene algún sueño como comediante?
R: Creo que mi sueño persistente con la comedia tiene que ver con que mi mensaje llegue a más personas, y que pueda decir desde este formato lo que realmente deseo transmitir, no es tan sencillo como se cree. Espero algún día tener un escenario donde pueda decir con comedia exactamente lo que pineso del mundo, ese creo es el gran sueño de todo comediante.
¿Cuál es su libro favorito?
R: La maravillosa vida breve de Oscar Wao – Junot Díaz y Pregúntale al polvo – Jon Fante
¿Cuál su película favorita?
R: Tumbas a ras de la tierra, dirigida por Danny Boyle
¿Su peor pesadilla?
R: El olvido.
Como comediante, ¿Cuál es su canción favorita y cuál cree que es la canción que todo comediante debería oír?
R: Happiness is a warm gun de The Beatles. Una obra de arte de cinco cambios de ritmo en 2:44 min (lo que todo comediante añora hacer en el escenario).
¿Cuál es su comediante favorito?
R: Carlin/ Chapelle/ Izzard/Pryor y Hicks
¿Tiene alguna frase que lo haya marcado?
R: Salta! Ya encontrarás el cielo (de los indios sioux).
¿Cuál ha sido el comentario más polémico que ha hecho?
R: Depende de quien lo escuchó. Hablo abiertamente de religión, política, drogas, esos pequeños temas que no le agradan a la clase dominante.
Defina su comedia en 3 palabras
R Directa y sin anestesia.
ESCRITA POR DIEGO MATTEUS
